Esta última práctica, titulada «Integrando varias técnicas de fabricación digital. Una experiencia de co-diseño», ha sido completamente distinta a las anteriores, ya que se trataba de un trabajo en grupo. Aunque pudimos aplicar los conocimientos adquiridos durante el semestre, enfrentarnos a este desafío en equipo nos presentó nuevas dificultades, como la necesidad de seguir pautas de planificación en conjunto.

El inicio fue bastante sencillo. Establecer contacto entre los miembros del grupo resultó fácil, y desde la primera reunión sentimos afinidad, lo que facilitó enormemente el trabajo en equipo. Sin embargo, a medida que avanzaba la reunión, surgieron muchas ideas diferentes. Nos llevó algún tiempo llegar a un punto en el que nos sintiéramos seguros de que estábamos en el camino correcto, dado que el enunciado era un tanto complicado. Pero entre todos, fuimos capaces de partir de una idea principal.

Después de ese primer contacto, pudimos reconocer los puntos fuertes de cada integrante y distribuir las tareas del proyecto en consecuencia. Cada uno aportó sus habilidades particulares, lo que nos permitió realizar un trabajo de calidad. La comunicación fue fundamental en todo momento, y mantuvimos un diálogo abierto para discutir dudas y opiniones en diversas ocasiones.

Desde mi punto de vista, las diferentes técnicas de enseñanza contempladas en esta práctica pueden favorecer enormemente el proceso educativo. Ofrecen métodos alternativos que aportan frescura y variedad al aprendizaje, lo que lo vuelve más dinámico y efectivo. En nuestro caso, utilizamos la gamificación, que consiste en enseñar a través de juegos. Considero que este método es muy útil, ya que permite a los estudiantes aprender mientras juegan y se divierten, lo que hace que todo el proceso sea mucho más entretenido y ameno.

En cuanto a la fabricación digital, aplicamos los conocimientos que habíamos adquirido a lo largo del curso para crear los diferentes elementos del juego de mesa. Además, profundizamos en esos conocimientos durante esta práctica en particular.

La colaboración en equipo durante esta etapa final implicó una comunicación constante y un compromiso sólido para lograr un proyecto conjunto de calidad. Desde mi perspectiva personal, ha sido una experiencia sumamente gratificante. Cada miembro del grupo se involucró con entusiasmo y dedicación, lo que nos condujo a obtener un resultado que cumplió con éxito los objetivos planteados. A lo largo del proceso, cada idea fue enriquecida con comentarios y sugerencias por parte de los demás integrantes, lo cual nos permitió crear una versión final aún más sólida y mejorada.

En conclusión, esta práctica ha sido una oportunidad para aprender, crecer y aplicar nuestros conocimientos en un entorno colaborativo. El trabajo en equipo nos ha permitido combinar nuestras fortalezas individuales y superar desafíos juntos. Estoy orgulloso/a del resultado final y confío en que este recurso educativo será beneficioso para los estudiantes, ayudándoles a mejorar sus habilidades en el ámbito de la hostelería y en el uso del idioma inglés.